El Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha anunciado la creación de un nuevo programa de subsidios para la integración social y territorial (Ds-19). El objetivo de esta subvención es que municipios como Vicuña, Illapel, Santa Cruz o Castro, donde no hay oferta habitacional, sean los primeros municipios en contar con proyectos habitacionales.
Este subsidio promoverá la creación de grupos mixtos (para familias vulnerables y de clase media) con un estándar superior a las viviendas sociales tradicionales, ya que tendrán una valoración de hasta 2.400 UF. Ver casas de 52 m {+2} de media o apartamentos de 56 m {+2}.
Para la primera convocatoria, que comenzará con 25.000 viviendas, 325 proyectos, con 52.179 viviendas, que competirán por uno de los cupos. De estos, 28.388 (54%) son casas y 23.791 (46%) son apartamentos.
“Hay municipios que no tenían oferta habitacional o era muy rara. Además, tenemos proyectos en sectores con alta demanda, como Santiago Centro, La Florida, Viña del Mar o Independencia ”, declaró la ministra Paulina Saball.
La autoridad excluye este subsidio de absorber programas vigentes, como el Fondo de Solidaridad para la vivienda (grupos vulnerables) o el Subsidio para las clases medias.
“Es un programa más rápido en ejecución, pero no siempre responde al 100% a los requerimientos … Estamos en una política de diversificar los instrumentos para generar más oportunidades”, agrega.
El programa está en línea con el plan de reactivación DS-116 2014, que permite la construcción de 265 proyectos con 44,923 viviendas (34,191 para la clase media y 10,732 para grupos vulnerables).
A diferencia del anterior, el nuevo programa incluye una lista de espera que evitará que los proyectos “colapsen”. También incentiva la incorporación de unidades entre 1.200 y 1.500 UF para grupos emergentes (ingresos de 600 mil dólares).
Slaven Razmilic, especialista del Centro de Estudios Públicos (CEP), especifica: “Los planes especiales de integración social para 2014 y 2015 fueron diseñados con el doble objetivo de apoyar la actividad económica, pero de salvaguardar los objetivos programáticos del Minvu. Hay un claro aprendizaje sobre las fortalezas y debilidades de las experiencias anteriores. El actual ofrece buenos incentivos para la integración y se exigen altos estándares a los proyectos ”.
Agrega que, de todos modos, “es un programa caro, con subsidios a la vivienda promedio sin precedentes. En un contexto de rigor presupuestario, el volumen de soluciones de este tipo que se proponen anualmente debe ser necesariamente acotado ”.